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Raedelo

14 de mayo de 2024

Mini-lección de historia: Lidia Rosagrís

Lidia Rosagrís

La profesora Rosagrís, tan bondadosa como firme, imparte clases sobre taumaturgia en Cuervosoto. Puede parecer que se trata de una inofensiva hadita anciana, pero la realidad es que Lidia ha vivido muchas aventuras desde antes incluso de ejercer en la Academia.


Lidia Rosagrís es una hada de Caramelia. Las hadas de Caramelia no son como las hadas de Ávalon o del Camino del Unicornio. Se trata de una clase distinta, mitad hada, mitad humano (lo cual explica que puedan envejecer).

Caramelia es una ciudad de "cuento de hadas" situada en las Islas de Caramelo, los cuales rodean las gélidas tierras de Nódor y las costas congeladas de Pingüinonia. Esta ciudad es la capital de un mundo que recibe el mismo nombre: Caramelia.

Caramelia es conocida en la Espiral por exportar más de trescientos tipos distintos de azúcar... sin embargo, no todo allí es dulzura, pues este lugar también alberga oscuros y amargos secretos.

La familia Rosagrís es nativa de este mundo. Lidia fue la más joven de tres hermanas y desde pequeña demostró una gran pasión por la magia del hielo y fascinación por los copos de nieve.

Mar helado, Puerto de Montmorsa - Polaris

Pingüinonia es la nación pingüina en Polaris. Más allá de sus costas, están Islamelaza y también Nódor, un lugar del cual poco hemos oído, salvo que está lleno de mamuts lanudos. Quizás algún día podremos visitarlo, si es que no llegan antes los piratas...

Se dice que cuando Merlo Ambrosio a penas comenzaba a tener canas, viajó a Caramelia con la misión de encontrar a los mejores y más brillantes practicantes de las artes mágicas.

Al poner el pie en aquellas edulcoradas tierras, acabó atrapado en una pegajosa situación: fue encarcelado por los hermanos Bombón. Gracias a la fortuita intervención de Lidia Rosagrís, Merlo consiguió escapar y así, Lidia y Ambrosio se conocieron.

A aquella aventura le siguieron muchas más y la lista de hazañas de Lidia comenzó a crecer. Haciendo uso de su prodigiosa habilidad para la taumaturgia conseguió hacer retroceder a una armada entera de gluglús, burlar a las brujas nocturnas de Negropáramo e incluso rescatar a un joven y nervioso croc de una banda de pincuernos poco amistosos.

¡Aquel croc al que rescató Lidia Rosagrís no era otro que Menfis! Si quieres saber un poco más sobre quién es Menfis, puedes echarle un ojo a este post:
Mini-lección de historia: Dalia Flamea


Panorámica de la Mansión Von Trap - Caramelia

Cuesta creer que un lugar tan aparentemente fantástico como Caramelia pueda tener secretos tan oscuros y retorcidos. Lidia Rosagrís también nos sorprende, pero en el buen sentido. No obstante, aún nos es desconocido gran parte de su pasado... Cuando Dalia Flamea aún era estudiante, Lidia ya ejercía como profesora en Cuervosoto...A lo mejor si hubiera una manera de preguntarle a la Dalia del pasado...

Lidia fue la primera profesora que Merlo Ambrosio reclutó para enseñar magia en la recién inaugurada Cuervosoto. Su maestría de la magia del hielo y su capacidad de atención a los detalles hizo de ella una de las aliadas más confiables de Ambrosio.

La profesora Rosagrís es conocida entre los estudiantes como una hada severa pero cercana, respetada por su gran sabiduría, firmes estándares y una admirable habilidad para mostrar amor y compasión. Se dice que ama a todos sus pequeños pupilos, a quienes llama con cariño sus "copos de nieve" y los protege ferozmente.

Además de formar parte del excelente profesorado de Cuervosoto, Lidia Rosagrís es también miembro de El Consejo de la Luz.

El Consejo de la Luz es una organización independiente que reúne a magos y personalidades importantes de varios mundos con el objetivo de proteger la Espiral de las sombras. La identidad de sus miembros es secreta.

Edificos mordisqueados en el Bulevar Coloso - Magoburgo

Incluso los mejores profesionales tienen fallos de vez en cuando...fallos que suelen estar a la altura de sus habilidades.

El problema de los gluglús en el Bulevar Coloso fue cosa de Lidia Rosagrís, quien los invocó por error.

Para solucionar el problema, Lidia invocó una horda de muñecos de nieve viles... pero esto empeoró el problema, en lugar de resolverlo.

Por suerte, la situación se ha podido controlar gracias a la intervención del director y la ayuda de unos estudiantes.